viernes, 27 de mayo de 2016

Y por fin conseguí volver al mundo laboral

Vuelvo a formar parte de la población ocupada. Y no de cualquier manera, sino con contrato indefinido, jornada completa, buenas condiciones laborables y una ocupación adaptada a mi carrera profesional. ¿Se puede pedir más? Y ahora me preguntaréis ¿Cual ha sido la clave de ese éxito? ¿El currículum? ¿La formación? ¿La entrevista? Y me va a tocar contestar que la suerte, la oportunidad y estar en el sitio adecuado en el momento adecuado.

Una decisión muy meditada en la que nos implicamos toda la familia fue el detonante de mi situación actual. Me presenté a un proceso de selección de un certificado de Profesionalidad Europeo: Gestión y Administración de Microempresas, que tenía un horario que me parecía imposible de cumplir, pero como yo no dejo de lado ninguna opción porque nunca se sabe dónde va a saltar la liebre. Allá que fui y me quedé hasta el final de la presentación del curso y prueba de selección. No debí de hacerlo del todo mal porque al poco me llamaron para una entrevista. Entremedias opté por otro curso de emprendimiento que también sonaba fenomenal y cuyo horario me venía mucho mejor.

El caso es que me llamaron antes del primero para decirme que estaba admitida y con ellos me quedé después de una reorganización en la vida familiar en la que mi marido tuvo un papel muy importante. Durante cinco meses se hizo cargo de los niños casi todas las tardes para que yo pudiera asistir a las clases. Hubo momentos duros en los que pensé que no lograría superarlo por falta de asistencia, pero los astros se alinearon a mi favor y no sobrepasé el límite.

Aprendí muchísimo en ese curso. Tanto de los profesores como de los compañeros. Las clases eran muy prácticas, participativas, proactivas... Y los exámenes y pruebas muchísimas. Algunas se convirtieron en mi talón de Aquiles, como las de contabilidad, que aprobé con mucho esfuerzo y sudores. Y otras, como las que se referían al módulo de marketing, las disfruté a tope y sin tantos agobios.

Cuando se acabaron las clases, los que pasamos todos los módulos quedamos a la espera de que la academia nos buscara las prácticas obligatorias para conseguir el título por fin. Sólo eran cuarenta horas y no me podía imaginar que la empresa en la que caí por casualidades de la vida me iba a contratar tras cinco días de duro trabajo administrativo. Y no para labores de gestión y administración, sino de comunicación y marketing.

¿Influyó mi currículum? Sí. porque me seleccionaron entre otras personas. ¿Influyó la formación? Sí, porque me impliqué en las clases y trabajé duro para hacerme valer. ¿Influyeron las prácticas no remuneradas? También, porque no debí hacerlo mal si al final se quedaron conmigo. Todo cuenta. Pero en este caso admito que la suerte tuvo mucho que ver. Y la casualidad de que buscaran una periodista justo en ese momento.

Nunca se sabe dónde está la oportunidad.

5 comentarios:

  1. Llego tardisimo y ya sabía que estabas trabajando pero no dejo de decirte que ¡¡enhorabuena!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y yo más tarde todavía. Ainss. Seguro que ya no lo lees. Muchas gracias!!!! Estoy contentísima :D

      Eliminar
  2. Llego tardisimo y ya sabía que estabas trabajando pero no dejo de decirte que ¡¡enhorabuena!!

    ResponderEliminar